El estrés laboral puede llegar a ser un problema colectivo que puede afectar a todas las áreas y a todos los trabajadores de una empresa, ocasionando efectos sobre la salud física, mental y social que, a su vez, afectan la realización del trabajo y producen absentismo laboral, disminución del rendimiento y productividad, desarrollo de enfermedades y accidentes laborales.

De acuerdo con la encuesta Health On Demand de Mercer Marsh[1] aplicada a 14.096 empleados en 13 países, Colombia es el cuarto país con más personas que sufren estrés laboral, registrando un 57 % de colaboradores extremadamente estresados y un 20 % al menos un poco estresados.

Sin embargo, no todo el estrés es malo, el estrés laboral es el resultado de una serie de reacciones fisiológicas que preparan al organismo del colaborador para la acción dentro de su entorno de trabajo y le permiten dar respuesta a una situación y/o actividad ocupacional. La gestión de dichas reacciones dependerá de las capacidades que tenga cada persona para convertirlas en eustrés (estrés positivo) o distrés (estrés negativo).

El estrés o estrés positivo es aquel que producen los retos laborales, lo que permite que las personas se mantengan en estado de alerta. Según el psicólogo Flores Canales, el eustrés es una respuesta del organismo que respeta los límites fisiológicos y psicológicos de cada persona, para afrontar una situación. Por su parte, el distrés o estrés negativo se presenta cuando una situación que sobrepasa los límites de respuesta de la persona y esta situación genera efectos negativos sobre la salud física, mental y social.

A pesar de que los factores psicosociales han adquirido gran relevancia para los programas de salud y bienestar en las empresas, en Colombia sigue siendo bajo el porcentaje de actividades para el manejo y disminución del estrés laboral, el cual actualmente se encuentra en un 57,51 %, según la tercera Encuesta Nacional de Condiciones de Salud y Seguridad en el Trabajo en Colombia del año 2022. Por eso, Adriana Solano Luque, presidenta del Consejo Colombiano de Seguridad, enlista las causas que provoca el estrés laboral[2] y algunas recomendaciones para enfrentarlas:

  1. Carga laboral: es la combinación de altas demandas laborales, escaso apoyo organizacional y recursos para afrontar las tareas; baja autonomía laboral y ambigüedad en el rol o falta de claridad en el mismo. Se puede evitar estableciendo cronogramas de trabajo, en los que se prioricen las actividades y/o tareas laborales para optimizar el tiempo. Así mismo, se debe fomentar la desconexión laboral una vez finalizada la jornada.
  2. Desbalance entre esfuerzo y recompensa: desequilibrio entre el esfuerzo invertido en el trabajo y las recompensas obtenidas no solo a nivel salarial, sino también en términos emocionales y motivacionales. Una forma de evitar esta inequidad es comunicando los resultados obtenidos; de esta manera, los colaboradores podrán ver cómo su trabajo impacta directamente en los logros de la empresa. También, es recomendable generar estrategias en el entorno de trabajo que promuevan la búsqueda de la excelencia en vez del perfeccionismo.
  3. Jornadas laborales prolongadas: desbalance entre el trabajo y la vida personal y dificultad para hacer efectiva la desconexión laboral. Se pueden generar pausas activas, actividades de esparcimiento entre colaboradores y sus familias. De igual forma, es aconsejable incentivar en los trabajadores la realización de actividades en los tiempos libres como la actividad física y la meditación. También, se pueden incluir acciones como: mejorar la ergonomía, las condiciones físicas de la empresa y perfeccionar la organización del trabajo.
  4. Cultura organizacional y liderazgos negativos: el estrés laboral puede aparecer en un ambiente laboral sobreexigente, altamente demandante, autoritario e inflexible, donde el clima laboral fomenta la competitividad depredadora y hostil en lugar de la colaboración entre los equipos de trabajo. De ahí se desprende otro factor generador de estrés laboral: las relaciones tensas, competitivas o conflictivas entre compañeros de trabajo y con clientes o usuarios. En este caso, la comunicación es el camino más efectivo para solucionar los problemas, ser directo y aprender a escuchar son dos habilidades blandas que se deben impulsar. También, se pueden mejorar los sistemas de trabajo y crear una cultura institucional de cordialidad, apoyo y bienestar.
  5. Exceso de burocracia: falta de coordinación entre equipos de trabajo, precaria comunicación y poca participación de los trabajadores en la toma de decisiones. La tecnología puede ser un aliado en esta materia, al permitir automatizar procesos, disminuir el número de reuniones y entrenar al equipo.
  6. Estresores económicos: tales como incertidumbre laboral debido a empleos temporales o precarios, recortes salariales, eliminación de beneficios o cambios en las políticas organizacionales. En los años posteriores a la pandemia este tipo de situaciones se han vuelto más recurrentes, por lo que se pueden llevar a cabo programas de formación en diferentes áreas; está garantizado que la educación mejora la autoestima y reduce la ansiedad.
  7. Tecnoestrés: adopción de avances tecnológicos o digitalización de procesos sin la debida formación, capacitación o entrenamiento de los trabajadores en su uso y aplicación. La capacitación constante en el uso correcto de los dispositivos electrónicos, la desconexión digital y la escucha activa de los colaboradores son prácticas que permiten cuidar el bienestar de los colaboradores.

“La gestión del estrés laboral debe ser parte de las acciones que se desarrollan dentro del Sistema de Gestión de la Seguridad y Salud en el Trabajo, precisamente desde el abordaje de los factores psicosociales. Es importante que las empresas busquen orientación en los profesionales en la materia y soliciten el apoyo y asesoría técnica de las Administradoras de Riesgos Laborales”, concluye Solano.

[1] Marsh. Encuesta Health on Demand. Disponible en https://www.marsh.com/co/services/employee-health-benefits/insights/health-on-demand-2021-report.html

 [2]. Organización Mundial de la Salud y Organización Internacional del Trabajo. Mental health at work: Policy Brief. 2022. Disponible en: https://www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/—ed_protect/–-protrav/—safework/documents/publication/wcms_856976.pdf

También puede leer:

El restaurante Cuerdo, la locura más cuerda del Grupo Seratta

By admin