Por Guillermo Romero Salamanca

El maestro llega a los ochenta y tres años y sus canciones siempre serán seguidas por los sentimentales y amantes de la buena música con letra para libar.

Quien no haya escuchado una canción de Alci Acosta, de seguro, no sabrá lo que es nostalgia, despecho ni tampoco habrá catado unos buenos aguardientes gimoteando con estos boleros que forman parte de la historia musical de Colombia.

Algunos lo califican como “el rey del bolero”, pero en realidad es “el emperador del sentimiento”.

“Para un compositor, uno de los momentos más emocionantes es cuando se encuentra a un intérprete que lleve el talento con cada una de las letras, emocione al oyente y perdure en el tiempo. Eso siempre lo ha hecho Alci Acosta en su trayectoria artística y los colombianos nos sentimos orgullosos de tenerlo entre los más grandes de la canción”, comentó Óscar Javier Ferreira, compositor de Sayco.

Más de un sollozo recordarán enamorados que han dedicado estas cantinelas a más de una fémina dura de conquistar.

Los juguetes de Alcibiades Alfonso Acosta Cervantes fueron guacharacas, timbales, marimbas, acordeones, guitarras y sus cantos infantiles eran porros, cumbias, boleros y hasta merengues. Entre tíos y primos tenían la orquesta Soneros Costeños.

Nació en Soledad, Atlántico, el 5 de noviembre de 1938 y le fascinó tocar piano en su adolescencia y por ello se trasladó en 1957 a Barranquilla para trabajar en varias orquestas. Le gustaba escuchar boleros y en especial “Una historia de amor” interpretado por Leo Marini con La Sonora Matancera.

En 1965 presentó audición para Zeida, un sello de Codiscos y les gustó la forma de cantar de este soledeño de 27 años. El maestro Cristóbal San Juan le entregó un tema que se convertiría en el primer gran éxito de Alci Acosta: Odio gitano.

“Qué tratas de insinuarme con tus actos/ a mí que te saqué de la amargura/ engáñame si quieres que tu engaño/ Es fango que no mancha a mi blancura/ No vayas a creer que estoy llorando/ Si acaso me ves triste por doquiera/ Bien sabes que las lágrimas del alma/ No brotan a mis ojos por cualquiera
Confieso que te quise con el alma/ te di mi corazón sin condiciones/ Y tuviste el coraje de engañarme/ Pagando mi cariño con traiciones/ Si fuera vil gitano te dijera/ Tres frases que contengan brujería/ que vayas por el mundo muerta en vida/ y vivas mil años de hechicería”.

¡Mucho tema!

El maestro en una de sus interpretaciones.

Como su primer contrato fue por unos 8 años, Codiscos aprovechó su permanencia y le grabó boleros con Julio Jaramillo –el ruiseñor de América–, Olimpo Cárdenas, Óscar Agudelo, Gabriel Raymond y después con El Combo de las Estrellas.

Fue el encuentro con los grandes artistas populares del momento. Cuando falleció Julio Jaramillo, Alci Acosta envió un sentido mensaje de solidaridad con el pueblo ecuatoriano.

Cada año, Codiscos le grababa un disco de larga duración y no fallaba al menos en dejar 3 éxitos.

El maestro Alci armó un grupo con percusión y su voz como ingredientes principales. “Traicionera” del maestro Jaime R. Echevarría, “Si hoy fuera ayer” de “cabeza de nido Edmundo Arias, “El contragolpe” de Miguel Valladares y “La cárcel de sing sing” del dominicano Bienvenido Brens Florimón son temas que sus apasionados seguidores de Colombia, Venezuela, Ecuador, Estados Unidos, México, Puerto Rico, República Dominicana y Perú siempre le pidieron en sus conciertos.

Fue tanta su popularidad que en la película “Don Pantaleón y las visitadoras” se escuchan varias canciones interpretadas con su voz como “La Cárcel de Sing Sing”.

Pero la lista de canciones para románticos prosiguió con “No renunciaré”, “La copa rota”, “El último beso”, “El contragolpe”, “Amiga mía”, “Amor gitano”, “Bravo”, “Brindo, brindo”, “Camas separadas”, “Cierra los ojos”, “El bacán”, “El contragolpe”, “El preso número 9”, “Gota gota”, “La cama vacía”, “Me llevarás en ti”, “Mi querido cascarrabias”, “Niégalo todo”, “No”, “Odio en la sangre”, “Por qué se fue”, “Pecado”, “Renunciación” y “Señora bonita” entre otras.

Sólo compuso una canción: “Eres mi amor” y lo inspiró Ruth María, su esposa, quien falleciera en el 2020 víctima del Covid-19.

Una de sus dificultades que tenía era cantar y tocar piano al mismo tiempo y en una grabación para “El show de Jimmy”, el mismo Jimmy Salcedo le explicó cómo emplear las manos sin mirarlas.

Es padre Alci Acosta Junior, el salsero, merenguero, hombre de cumbia, son, mapalé y decenas de ritmos tropicales.

También puede leer:

Juan Madera, autor de la Pollera Colorá, recibió La Lira de Oro de Sayco

By admin

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *