Por Guillermo Romero Salamanca

En pocas semanas, comenzará a sonar una canción de fin de año: “Compa´e Heliodoro”. Con este tema han vivido 25 años el grupo Los 50 de Joselito. Siempre se la pedirán en sus presentaciones.

Es también uno de las glorias de Discos Fuentes, empresa que lo ha incluido en decenas de álbumes, recopilaciones tanto en físico como en diversas plataformas musicales.

El tema ha estado presente en el corazón musical de los colombianos desde hace más de 60 años.

Colombia aún no reconoce la magnanimidad de Guillermo de Jesús Buitrago Henríquez.

Vivió sólo 29 años, nació el 1 de abril de 1920 en Ciénaga, en el Magdalena Grande, cuando era un departamento compuesto por Atlántico, La Guajira y el Cesar y era parte de la Provincia de Padilla.

Aunque Guillermo de Jesús Buitrago Henríquez fue el primero en grabar y prensar las primeras canciones en Colombia –“Compa’e Helidoro” y “Las mujeres a mí no me quieren”—fue, además, el pionero de los jingles comerciales –y se rescató “El ron de Vinola–, fue buscador de talentos como compositores –lanzó a Rafael Escalona, Emiliano Zuleta, Tobías Enrique Pumarejo y Luis Pitre, entre otros–, fue el primer grabador de canciones vallenatas, pero, por mucho tiempo su imagen quedó perdida en el tiempo y en el ingrato recuerdo de los colombianos.

Es más, cuando falleció –el 19 de abril de 1949– en su natal Ciénaga, su muerte no fue registrada por los medios ni locales, ni mucho menos nacionales. Sólo 50 años después, tanto los medios, los políticos y la industria, reconocieron parte de su valor.

Las canciones de Guillermo Buitrago surcaron el panorama nacional. No fue profeta de su tierra, pero sus canciones han hecho gozar a toda Colombia y en las festividades de fin de año nunca ha faltado su recuerdo con sus canciones en las reuniones familiares.

“Buitrago fue un hombre alegre, con una voz particular para cantar, con un estilo único –no han encontrado reemplazo—mantuvo un estado de ánimo permanente para crear, caminar, llevar sus canciones, inventar y mover la música.

Para su época fue un adelantado en los estudios. Llegó hasta el tercer grado de secundaria, pero tuvo un conocimiento grande del mundo y de Colombia”, recordó el maestro y presidente de Sayco, Rafael Manjarrés.

Como buen juglar recorrió los espacios posibles el “mono” Buitrago hasta recibir el sobre nombre de El Jilguero de la Sierra Nevada. Participó en los programas radiales de las incipientes emisoras de la región e incluso publicó la revista “Cantaleta” donde escribía sobre los recientes acontecimientos sociales acompañados con publicidad.

Fue un creativo de tiempo completo.

Desde el primer momento de aparición de sus canciones se convirtieron en éxitos totales. El propio Antonio Fuentes mostró sus producciones en Cuba y México donde estuvieron interesados en grabarlo, pero la muerte llegó primero antes que los contratos.

Guillermo tuvo un compañero de colegio Heliodoro Antonio Miranda Culzat, quizá su mejor y gran amigo, con quien recorrió las montañas y los valles buscando compositores. Iban a rogarles que permitieran que les grabara sus canciones en guitarras.

Una de sus primeras canciones que compuso Guillermo de Jesús Buitrago fue a su amigo Helidoro, tema que a la postre se convirtió en un hito nacional y una de las canciones más sonadas en los diciembres en Colombia.

“En todas las presentaciones debemos cantar Compaé Helidoro”, comentó Álvaro Quintero, productor de Los 50 de Joselito.

Además de compañero de parrandas, los dos se casaron con dos hermanas, Lilia –la esposa de Guillermo—y Olga, la de Heliodoro. Eran, en resumidas cuentas, concuñados.

Además de “Compa’e Helidoro”, Guillermo compuso y grabó el tema “Toño Miranda” –aunque esta versión está perdida en los archivos del olvido—

La gran Esthercita Forero llevó esta canción a Puerto Rico donde el maestro Rafael Hernández le hizo unos arreglos con violines. Ella recordaba que en las partituras el director escribió “ballenato” y no entendía por qué el hijo de una ballena era un ritmo musical.

Helidoro Antonio Miranda Culzat fue uno de los pocos amigos y familiares que estuvo en el entierro de Guillermo Buitrago, pero siempre estuvo pendiente del recuerdo de su compañero de parrandas y porque se le diera el reconocimiento debido. Fue uno de los organizadores en Ciénaga de la Fundación Festival de Música con Guitarras Guillermo Buitrago. Trabajó con los Seguros Sociales en Valledupar donde le conocían como “Toño Miranda” por la canción que le dedicó el Jilguero.

El compa’e Helidoro Antonio Miranda Culzat falleció el octubre 7 de 2019 en Ciénaga.

Toño Miranda

Guillermo de Jesús Buitrago

Cuando anduve por las regiones del valle

Aprendí a bailar merengue y los paseos vallenatos

En la cumbiamba por las noches de fandango

Bailé al son de la puerca y el toro ñato (bis)

Ay que lindo es ser del Valle, caramba

Si llego allí me quedo

Ay que lindo es ser del Valle, caramba

Si llego allí me quedo.

Échate para acá, échate pa’ allá

Échate para acá, échate pa’ allá

me decía una niña

Échate para acá, échate pa’ allá

Y no tengas miedo

Échate para acá, échate pa’ allá

Échate para acá, échate pa’ allá

Me decía un negrito

Échate para acá, échate pa’ allá

Que no estoy solito

Que lindo es ser del Valle, caramba

Si vuelvo allí me quedo

Ay que lindo es ser del valle, caramba

Si vuelvo allí me quedo.

Un cienaguero que pasó por estas tierras

Conquistó muchas muchachas

Y tuvo mucha parranda

Es muy presumido toma ron con tamarindo

Le gusta la guachafa

Y se llama Toño Miranda.

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